Pagina de proba

“Familia,

Intentaré ser breve y conciso, aunque para ello necesite ir un poco hacia atrás y utilizar alguna metáfora.
Escribir y leer en estos momentos solemnes y de homenaje cuesta, las palabras se despegan con dificultad. Supongo que la espontaneidad es el mejor acicate. Así que empezaré por el recuerdo más carismático que creo tener.

La Yaya Mari siempre tuvo el pelo blanco para mí. Un pelo brillante, fuerte y ondulado que durante un tiempo nunca pensé que pudiera haber sido de otra manera. Ese tiempo es la infancia.

Pienso a menudo en la infancia un poco como un territorio de conquista interior, una etapa de gran seguridad psicológica en realidad, a pesar de la obvia inferioridad de condiciones en todos los otros aspectos de la vida. Me refiero a que en el arranque de nuestra vida nos aferramos a lo que tenemos con gran adhesión y entusiasmo, por lo general. Aún no sabemos ser escépticos ni sarcásticos y aunque lo que nos ocurre y lo que nos rodea parece dominarnos por una obvia relación de tamaño y magnitud, creo que en realidad ocurre lo contrario, nuestra simpática y desprejuiciada curiosidad es más fuerte que todo lo demás y si